
Antón se despierta la mañana
de Halloween para descubrir que sus adorables progenitores han sido convertidos en objetos de decoración sin cabeza. Sin percartarse,
va en busca de sus irresponsables amigos, Mick y Pnub, y por el camino se cruza con la apetitosa Molly, el amor de su vida.
Ya en compañía de sus colegas, descubre que su mano derecha no le obedece, que, insaciable de sangre va a su aire totalmente
resuelta a ejectuar y destruir con o sin su permiso. Mientras Anton lucha contra su poseso y descontrolado miembro, Debi cruza
el país a la desesperada tras una pista de sospechosos acontecimientos.