
Supertaquillera comedia que
parodia algunos de los films de éxito de los últimos años. Su lema ya es premonitorio del tipo de humor que ofrece: "No mercy,
no shame, no sequel" ("Sin piedad, sin vergüenza, sin secuela"). Tiene algunos gags muy divertidos, pero ni siquiera su cierta
originalidad justifica un excesivo éxito que le vino regalado por el auge del cine de terror adolescente y el flojo panorama
cinematográfico de los comienzos del nuevo milenio.